16 mayo 2020

El virus de la ansiedad

El pasado 14 de mayo la OMS emitió un comunicado en el que advertía de las consecuencias que para la salud mental de la población tendrá las crisis ocasionadas por la pandemia del COVID-19. Y es que las crisis sociosanitaria y económica derivadas de la expansión del virus han generado un sustancial incremento de los casos de ansiedad y estrés en la población, agravados, si cabe, por el estado de confinamiento al que sea visto sometido la mitad de la población mundial. Al miedo de perder el empleo, se une ahora el llamado “Síndrome de la Cabaña”, por el que gran parte de la población tiene miedo a salir a la calle y contagiarse con el virus. Este efecto resulta más grave aun en la población infantil, en la que la interacción social resulta fundamental para el desarrollo de la personalidad y marcará su futuro modo de relacionarse con el resto de la sociedad.

Así pues, el COVID-19 cambiará, probablemente para siempre la forma en que, hasta hace unos meses, teníamos de relacionarnos con los demás, marcando a toda una generación en cuanto al distanciamiento social se refiere que, en pro de una mayor salud del grupo habrá sacrificado parte de causa emoción en el ser humano, el tacto.


15 mayo 2020

La desescalada 70/30

La Comunidad de Madrid no ha recibido hoy el visto bueno al cambio de fase por parte del comité de expertos del Gobierno ,que apoya su de decisión en el hecho que se trata de uno de los territorios más golpeados por el virus con características especiales como son la movilidad, el transporte masivo o el hecho que se trata de uno de los principales ejes de comunicación tanto a nivel nacional como internacional.

Así las cosas, estas son las CC.AA. que estarán en la Fase 1 a partir del próximo lunes día 18 de mayo.


Hospitales Modulares

En pleno siglo XXI los hospitales han dejado de ser un espacio frío de dedicado exclusivamente a la ciencia para dar paso a espacio centrado en la persona, en el que conviven diversos grupos como son los sanitarios, administrativos, pacientes, personal de limpieza, de cocina, etc. Por ello resulta importante el diseño de hospitales funcionales con espacios más abiertos, luminosos, donde la eficiencia y la calidad asistencial puedan ser ofertadas en las mejores condiciones tanto para el paciente como para los profesionales sanitarios, lo que supone una garantía para ambos colectivos. El compromiso de los sistemas nacionales de salud con el estándar de calidad basado en la experiencia del paciente ha actuado como un agente catalizador, impulsando un cambio en el diseño y distribución de espacios en el sector sanitario.

En este sentido en lo últimos años ha surgido una corriente de diseño arquitectónico tendente al rediseñar estos nuevos fríos gigantes de ladrillo para darles un aspecto más acogedor. Hasta ahora, el concepto de hospital que todos tenemos en mente es un edificio vertical de interminables plantas y angostos pasillos por los que circulan médicos y pacientes. Sin embargo, este estandarizado diseño cuenta con innumerables inconvenientes al depender de numerosos medios mecánicos para llevar a cabo desplazamientos verticales, que además implican una elevada cantidad de tiempos muertos, generando un impacto negativo en la operatividad de la actividad asistencial, lo que repercute en el nivel de calidad ofertado por el hospital.

La implementación de hospitales modulares da lugar a un espacio sanitario evolutivo, permitiendo al edificio adaptarse a las necesidades sanitarias de cada momento, redefiniendo su propia estructura para dar respuesta de forma rápida y flexible a las necesidades sanitarias. Esto se debe al empleo de estructuras modulares ligeras y fácilmente instalables, que gracias a su estructura poco porosa generan, además, ambientes más higiénicos, ya que los microorganismos proliferan con mayor facilidad sobre superficies porosas, como es el caso del yeso.

Ejemplo de ello son los numerosos hospitales de campaña instalados en la actualidad en todos los países del mundo como consecuencia de la pandemia del COVID-19. El más famoso de ellos en España es el Hospital de IFEMA; levantado en tan sólo 3 días, fue proyectado para albergar un máximo de 5.550 camas, 500 de ellas de UCI. Además, un espacio horizontal facilita no sólo la comunicación y la interconectividad entre las distintas áreas del hospital, agilizando el trabajo, el flujo de información y la protocolización de la actividad, sino que permite que posibilita una adaptabilidad por parte de los gestores al poder prever futuras funcionalidades que puedan darse en el futuro, lo que desemboca en una gestión más eficiente de los espacios.

Fuente: Comunidad de Madrid

Este tipo de hospitales resultan más atractivo desde un punto de vista económico, ya que su modularidad les permite ser montados y desmontados en un corto espacio de tiempo, no siendo necesaria su demolición y construcción cada vez, lo que encarece enormemente los costes. Como consecuencia de esto último también se reduce la siniestralidad laboral, en cerca de un 70%. La mano de obra también se reduce sensiblemente, así como el tiempo que se tarda en iniciar la actividad asistencial a la población, hechos todos estos que dan como resultado un claro incremento de la rentabilidad de la inversión realizada.

El medioambiente también resulta beneficiado de este tipo de arquitectura, ya que por un lado se emplean materiales ecofriendly en la construcción de los diversos módulos y por otro se reducen enormemente la cantidad de residuos generados en comparación con la metodología convencional de construcción y demolición de edificios.

Así pues, este tipo de construcción más respetuosa con nuestro planeta, más económica y saludable parece que ha llegado para quedarse.