A todos nos resultan familiares los nombres de mejillón tigre o mejillón cebra, pero hasta ahora pocos habíamos oído hablar de la almeja china del cieno (Sinanodonta woodiana). Sin embargo, por raro que parezca, este bivalvo llegó al viejo continente en la década de los '70 procedente del gigante rojo.
Imagen de Almeja china del cieno (Sinanodonta woodiana) |
Desapercibido hasta ahora, la almeja china del cieno ha sido hallada en el embalse de Mequinenza, Aragón, gracias en parte a la sequía de este último año, que propició las bajada del nivel de agua del embalse, permitiendo a las autoridades responsables la identificación de los ejemplares. Las dimensiones de éstos alcanzan los 15 cm de longitud, lo que indica que llevaban varios años en el emplazamiento. Este nuevo habitante de nuestras aguas no compite con las especies autóctonas como hace el mejillón cebra, pero al igual que éste su presencia causa graves alteraciones del equilibrio del ecosistema. Esto se debe al hecho que puede coexistir con el resto de especies, incluidas la invasoras, lo que contribuye a agravar el efecto de aquellas al generar un efecto sinérgico. A lo anterior hay que añadir el hecho que esta nueva especie es más resistente a los efectos de la contaminación y a las condiciones del medio, como la hipoxia, lo que deja a las especies autóctonas en una posición de desventaja frente a las especies invasoras, afectando gravemente a la biodiversidad de nuestros embalses.
Detectada por primera vez en nuestro país hace ya una década, la almeja china ha seguido extendiéndose lenta pero inexorablemente por la Península, llegando hasta el embalse de Santillana, en Madrid y la cuenca del Ter en Girona.
Si no se toman medidas urgentes de inmediato, la almeja china amenaza con convertirse en la próxima plaga fluvial a la que tendremos que enfrentarnos en las siguientes décadas.
0 comentarios:
Publicar un comentario