Esperaban recoger sedimentos y se
encontraron con un fantasma. El pasado mes de marzo, científicos de la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOOA, por sus
sigla en inglés) estaban realizando una inmersión a más de 4000 m de profundidad
con el robot submarino no tripulado Deep Discover cerca de la Isla de
Necker, en el archipiélago de Hawái, con el fin de buscar la conexión entre
dicha isla y la cordillera submarina del mismo nombre, cuando inesperadamente se
encontraron de frente con un pulpo fantasmagórico.
El pequeño cefalópodo, de
color blanco semitransparente, se caracteriza principalmente por la aparente
ausencia de cromatóforos y la presencia de una sola fila de ventosas en cada
tentáculo. Según Michael Vecchione, de la NOOA, Cásper, como ha sido bautizado el pulpo, se trataría de una especie
no descrita hasta ahora y pertenecería al suborden de los incirrinos siendo, de
los descritos hasta el momento, la que vive a mayor profundidad.
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