Desde hace décadas se conocen los efectos perjudiciales del tabaco para la salud; cáncer, enfisema, periodontitis, impotencia, etc. Sin embargo un nuevo estudio, llevado a cabo en colaboración por investigadores de diversas universidades y publicado en la prestigiosa revista Science, ha dado lugar a un nuevo enfoque del problema. Según los resultados del estudio, el consumo habitual de tabaco produce mutaciones en el ADN de nuestras células. Los resultados indican que para los fumadores que consumen un paquete de cigarrillos diario sufrirán una media de 150 mutaciones por célula de pulmón, 97 de laringe, 18 de vejiga y 6 de hígado. Mutaciones que aunque dejemos de fumar seguirán presentes en nosotros.
Mutación del DNA por tabaco. (Fuente: elaboración propia) |
Más allá de la campaña anti-tabaco derivada del estudio, los resultados abren la senda de la comprensión de los efectos del tabaco en nuestro cuerpo como nunca antes lo habíamos visto, a nivel genético. Inevitablemente surge la duda y la preocupación por parte de los fumadores pasivos, quienes podrían, sin ser responsables de ello, estar sufriendo mutaciones celulares por le simple hecho de respirar humo de tabaco. Sin embargo, esto no se limita tan sólo a los fumadores, ya que el estudio abre la puerta a nuevas investigaciones sobre los efectos de otros hábitos de nuestra sociedad, como el consumo de alcohol, drogas o la obesidad, así como sobre políticas medioambientales como la relacionada con la calidad del aire que respiramos, sobretodo en las grandes urbes. De hecho, en el mundo mueren cerca de 7 millones de personas cada año por causas directamente relacionadas con la mala calidad del aire. Por tanto esta última cuestión sea quizás la más importante, ya que los hábitos de consumo dependen de las decisiones de cada uno, pero calidad del aire que respiramos depende directamente de las políticas medioambientales que definan los gobiernos, las cuales en su mayoría se acuerdan en cumbres internacionales como el Protocolo de Kioto o más recientemente la COP22, cerrada ayer mismo en Marrakech..
Esta clase de estudios pueden suponer un cambio de mentalidad de los gobiernos y en la población al ser conscientes de que sus decisiones y nuestros hábitos de vida pueden llegar a afectarnos hasta el punto de modificar nuestra propia información genética mediante mutaciones que, en el peor de los casos, estaremos transmitiendo a nuestros hijos. Y será esa y no otra la herencia que les estaremos dejando.
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