08 mayo 2016

Belleza en el fango

Un equipo de investigadores brasileños y americanos, constituido por más de 30 oceanógrafos, entre otros muchos otros científicos, ha descubierto un arrecife de coral de 9300 km2 en la desembocadura del río Amazonas.
Barrera-coral-Amazonas
Imagen de satélite del delta del Amazonas (Fuente: The Atlantuc)
El descubrimiento, del todo inesperado, tuvo lugar mientras se realizaban una serie de estudios del terreno para llevar a cabo inspecciones petrolífera en la zona. Según The Guardian más de 60 especies de esponjas, 73 especies de peces, langostas y estrellas de mar, entre muchas otras nuevas especies marinas fueron halladas.

La relevancia de este descubrimiento reside en que hasta el momento no se tenían datos de que los corales pudieran vivir en este tipo de hábitats, ya que hasta el momento sólo se conocía su existencia en aguas saladas claras y muy iluminadas, mientras que  aquellas presentes entre la frontera de la Guayana Francesa con Brasil y el estado brasileño de Maranhão son de las más fangosas del mundo debido al elevado número de sedimentos que arrastran sus aguas.

Gráfico
El cambio climático hace que la existencia y conservación este tipo de ecosistemas resulte cada vez más prioritario. Por otro lado, su misma existencia es una prueba tangible de la elevada capacidad de adaptación de estas formas de vida frente a las condiciones cambiantes de los océanos en cuanto a temperatura, salinidad y pH se refiere, máxime en el actual ciclo en que las temperaturas globales se incrementan año tras año.


No obstante, no todo son buenas noticias. Pues según The Atlantic, el gobierno brasileño ha firmado la concesión para la perforación y explotación de 80 bloques petrolíferos en el área de estudio, 20 de los cuales ya están siendo explotados actualmente.

En este caso si los intereses de unos pocos prevalecen ante el interés común la consecuencia será la pérdida irreversible de biodiversidad.

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