28 marzo 2016

Rascacielos verde

En esta época donde la sociedad actual está tan preocupada por el ahorro energético y en la que continuamente se promueven comportamientos “verdes”, la arquitectura parece estar virando hacia un nuevo concepto de edificación. De hecho, en los últimos años han surgido lo que ha tendido a llamarse “edificios verdes” en las metrópolis más vanguardistas en este sentido, como es el caso de Milán o Frankfurt. Estos edificios permiten sustituir las actuales moles de acero y hormigón por nuevas estructuras más respetuosas con el medio ambiente, dando lugar a la arquitectura sostenible.

Bosco Verticale de,Stefano Boeri, Milan, 
Estos edificios son más respetuosos con el medio ambiente que los edificios corrientes, ya que la cubierta vegetal además de actuar como fuente de oxígeno (durante el día), actúa como aislante térmico, ejerce un apantallamiento acústico y protege los edificios de la contaminación, la lluvia y el polvo.  A pesar de los elevados costes iniciales de diseño y construcción, se ha demostrado la viabilidad económica de estos proyectos a largo plazo, ya el menor coste de construcción de los edificios verdes supone un ahorro en el consumo de agua y electricidad, así como en costes operacionales y de mantenimiento. Por otro lado, son numerosos los estudios que demuestran que la creación de espacios interiores con luz natural y vida vegetal mejoran la productividad, la salud y el bienestar de los trabajadores de las empresas, lo cual al final acaba repercutiendo positivamente sobre la rentabilidad de las mismas.

Quién sabe si las próximas generaciones disfrutarán de bosques verticales en pleno corazón de la ciudad. Esta nueva concepción de la arquitectura permitirá a nuestras sociedades seguir expandiéndose de forma sostenible a través del concepto de ciudades verdes, manteniendo vivo el delicado equilibrio con nuestro planeta. En este sentido destaca el esfuerzo y compromiso del World Green Building Council y su coalición de consejos verdes, compuesto por 94 países, que comparten un objetivo común: crear un medio urbanizado que le dé a la gente espacios más iluminados y saludables para vivir, trabajar y recrearse.

21 marzo 2016

México se asfixia, otra vez

A principios de semana hemos sido testigos de la alerta ambiental declarada en México. Tras cuatro días en alerta por contaminación, el jueves por la tarde el gobierno del país azteca levantó la contingencia ambiental sobre Ciudad de México.

Los valores de los principales contaminantes atmosféricos se dispararon ya el domingo en la tarde, alcanzándose valores máximos el lunes 14, día en que la Comisión Ambiental declaró al alerta ambiental, que en el caso del ozono llegaron a superar las 200 ppb en algunas zonas del suroeste del país.

Niveles de contaminación en México
Concentración de contaminantes en Ciudad de México en el mes de marzo (Fuente: Sistema de Monitoreo Atmosférico Ciudad de México).
El gobierno de Peña Nieto se apresuró a instar a la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a establecer nuevas estándares e instrumentos que permitan reducir de manera sostenida los valores de los índices de contaminación atmosférica. Mientras tanto, la primera medida adoptada para “mejorar” la calidad del aire ha sido la conocida como “Hoy no circula”, basada en la circulación alterna de vehículos con matrículas pares e impares, sistema, por otro lado, ya instaurado en muchas ciudades europeas desde hace tiempo.

Sin embargo, si comparamos la calidad el aire de Ciudad de México  con el de otras urbes latinoamericanas con valores de  densidad poblacional  semejantes, observamos que en las últimas los valores de contaminación del aire no son tan altos. Entonces  ¿por qué se dan valores tan altos en esta ciudad en concreto? En primer lugar, nos encontramos con factores orográficos y meteorológicos: la ciudad se haya situada en un valle, donde las montañas dificulta la circulación del aire y la dispersión de los contaminantes. Situación que se agrava todavía más durante las estaciones de invierno y primavera (en el hemisferio sur) en los cuales tienen lugar fenómenos de inversión térmica, que favorecen la concentración de los mismos y en segundo lugar se hayan involucrados factores como la elevada densidad poblacional, vehicular e industrial. La megalópolis, con cerca de 10 millones de habitantes es una de las urbes más densamente pobladas del mundo y posee un parque de vehicular viejo, en el que los utilitarios son responsables de más del 80% de las emisiones O3, SOX y NOX y donde el porcentaje de uso del transporte público queda lejos del de sus homólogas europeas. De hecho, si observamos los registros, situaciones como la vivida esta semana son recurrentes. 

Sin embargo, ello no justifica la pasividad del gobierno mexicano a la hora de apostar por políticas verdes y medidas que mejoren la calidad del aire. No sólo por sus ciudadanos, que tristemente lideran, junto con Brasil, el ranking de poblaciones con mayor número de muertes en el mundo por contaminación atmosférica, sino también por el deterioro del medioambiente y pérdida de biodiversidad y de los edificios y monumentos que sufren un deterioro continuo e incesante por estos contaminantes atmosféricos que actúan como agentes corrosivos.

20 marzo 2016

El monstruo de Tully

El Tullimonstrum gregarium, más conocido como monstruo de Tully” en honor a su descubridor, Francis Tully, fue una criatura que habitó la Tierra hace unos 300 millones de años, durante el período Carbonífero.
El Monstruo de Tully
Reconstrucción de 'Tullimonstrum gregarium' 

12 marzo 2016

Bacterias contra la contaminación

Recientes estudios han demostrado la viabilidad del uso de bacterias para la descomposición del plástico. El pasado año se produjeron en torno a las 100 millones de toneladas de polietileno (PET) en todo el mundo. Este polímero junto a otros como el poliuretano, es uno de los más ampliamente usados en el mundo y supone una de las principales fuentes de contaminación de nuestros océanos, tanto a nivel físico como químico, actuando como concentrador de compuestos tóxicos. Pero, ¿y si pudiésemos biodegradarlo convirtiéndolo en un producto biodegradable de valor añadido?.  Esto ya es posible gracias a manipulación genética de cepas de diversos microorganismos como hongos o bacterias capaces de utilizar el polímero como fuente de carbono no para su propio crecimiento sino como para obtener productos biodegradables de valor añadido.


Por ejemplo, la bacteria Azotobacter es capaz de descomponer el plástico en polihidroxibutirato (PHB), un polímero 100 % biodegradable y biocompatible, generando como subproducto alginato, un compuesto con valor en la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética. Resultados similares se han obtenido mediante el uso de hongos como el Pestalotiopsis microspora, capaz de descomponer el poliuretano (PU) en ambientes anaeróbicos (como el los vertederos de residuos). En este sentido, los estudios realizados en laboratorio han demostrado que la bacteria Pseudomonas putida es capaz de degradar en un mes el 73% de los residuos sometidos al tratamiento.

Nuestros resultados parecen abrir una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico”
Prof. Wei-Min Wu (Stanford University)

Con frecuencia asociamos las bacterias con esos pequeños organismos responsables de enfermedades que habitan en ambientes antihigiénicos, sin embargo estos estudios nos demuestran su potencial como aliados en la protección del medio ambiente.

09 marzo 2016

L.A. leaks

Mientras los jefes de estado del mundo se reunían el pasado mes de Diciembre en la COP21, en Aliso Canyon, Los Ángeles, (California)  la compañía SoCalGas sufría una avería en uno de los sistemas de contención de una de sus instalaciones, liberando a la atmósfera 20.000 kilos de por hora de metano (CH4). El escape, que ha durado tres meses ha supuesto la liberación a la atmósfera de más de 150.000 millones de m3 de CH4, uno de los más potentes gases de efecto invernadero (GEI) y la evacuación y reubicación de 5500 familias que vivían en las inmediaciones de la zona, ya que este gas, además de tóxico es altamente inflamable, con lo que el riesgo de explosión era muy alto. Tras tres meses, finalmente la compañía ha conseguido sellar el pozo, con lo que la fuga ha sido controlada.
Imagen infrarroja de la fuga de CH4 en Alyso Canyon, Diciembre 2015
(Imagen de EDF)

No obstante, y a pesar de que el periodo medio de vida del metano (CH4) en la atmósfera es muy inferior al del dióxido de carbono (CO2), su poder calorífico es muy superior, lo que le permite atrapar la radiación infrarroja con mayor eficiencia que el CO2. El impacto sobre el cambio climático del CH4 a corto plazo es 84 veces superior al de CO2, (datos de la EDF) mientras que para períodos largos (100 años) se estima en 25 veces (datos de la EPA).

En este sentido, el plan contra el cambio climático de la administración Obama ha realizado algunos avances al incluir, en Agosto de 2015, las peticiones de la EPA de limitar las emisiones de metano en las prospecciones de gas y petróleo en el llamado Plan de Energía Limpia.

Lamentablemente, sus consecuencias perdurarán mucho más que la actividad de la compañía. De hecho, las consecuencias de las emisiones de esos tres meses, que equivalen al 25% del total de emisiones del estado de California en un año, se harán palpables en los próximos años, afectándonos a todos. Este accidente, que espero que no se vuelva a repetir jamás es otra muestra que el cambio climático es algo que nos afecta a todos y por tanto es responsabilidad de todos cuidar del medioambiente.

01 marzo 2016