12 marzo 2016

Bacterias contra la contaminación

Recientes estudios han demostrado la viabilidad del uso de bacterias para la descomposición del plástico. El pasado año se produjeron en torno a las 100 millones de toneladas de polietileno (PET) en todo el mundo. Este polímero junto a otros como el poliuretano, es uno de los más ampliamente usados en el mundo y supone una de las principales fuentes de contaminación de nuestros océanos, tanto a nivel físico como químico, actuando como concentrador de compuestos tóxicos. Pero, ¿y si pudiésemos biodegradarlo convirtiéndolo en un producto biodegradable de valor añadido?.  Esto ya es posible gracias a manipulación genética de cepas de diversos microorganismos como hongos o bacterias capaces de utilizar el polímero como fuente de carbono no para su propio crecimiento sino como para obtener productos biodegradables de valor añadido.


Por ejemplo, la bacteria Azotobacter es capaz de descomponer el plástico en polihidroxibutirato (PHB), un polímero 100 % biodegradable y biocompatible, generando como subproducto alginato, un compuesto con valor en la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética. Resultados similares se han obtenido mediante el uso de hongos como el Pestalotiopsis microspora, capaz de descomponer el poliuretano (PU) en ambientes anaeróbicos (como el los vertederos de residuos). En este sentido, los estudios realizados en laboratorio han demostrado que la bacteria Pseudomonas putida es capaz de degradar en un mes el 73% de los residuos sometidos al tratamiento.

Nuestros resultados parecen abrir una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico”
Prof. Wei-Min Wu (Stanford University)

Con frecuencia asociamos las bacterias con esos pequeños organismos responsables de enfermedades que habitan en ambientes antihigiénicos, sin embargo estos estudios nos demuestran su potencial como aliados en la protección del medio ambiente.

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