Todos nos alarmamos cuando vemos en las noticias cómo las petroleras pretenden perforar el subsuelo oceánico del atlántico en la inmediaciones de las Islas Canarias, incluso nos crispamos ante al impunidad con la que actúan las petrolíferas, indignándonos, aún más si cabe, cuando vemos un pobre cetáceo varado en la orilla, marcado por el destino con un final que nos hace apartar la vista del monitor ante la noticia. Sin embargo, existe otro caso, del que los medios, por algún motivo, no se han hecho tanto eco, en el ya de por sí esquilmado Mar Mediterráneo, es el proyecto MEDSALT-2.
Este proyecto, bajo el paraguas de las Red Europea COST Action, tiene como objetivo científico, comprender las causas, cronología, desarrollo y consecuencias del depósito salino del Mioceno superior en la cuenca mediterránea. Para ello se emplearán cañones de aire comprimido, que trabajan a más de 130 atm, produciendo ondas de alta intensidad pero baja frecuencia. El área de adquisición
de datos sísmicos, que excede los 2000 Km2 entorno a las Baleares, es un área con un elevado valor medioambiental que actúa como corredor de cetáceos del Mediterráneo y perteneciente a la Red Natura de espacios protegidos, motivo por el cual tanto el gobierno balear como diversas organizaciones ecologistas se han manifestado en contra de dicho estudio, argumentando la escasa profundidad con la que se ha llevado a cabo el EIA (Estudio de Impacto Ambiental) y los potenciales daños físicos sobre diversas especies de delfines, tortugas y cetáceos derivados del nivel de ruido, así como sobre peces de gran interés comercial, como el atún rojo. Además se hallan avalados por diversas leyes medioambientales, como el Real Decreto 1727/2007 que, en su artículo 4.2 e) establece medidas de protección de los cetáceos mediante la prohibición de “Producir ruidos y sonidos fuertes o
estridentes para intentar atraerlos o alejarlos, incluyendo la emisión de sonidos bajo el agua”.
Sondeos acústicos en las Islas Baleares (Fuente: Menorca diario) |
Hasta aquí vemos como existe un problema que limita la extensión de un estudio sobre del depósito salino pero, ¿que tiene que ver con las prospecciones de Canarias?. Pues bien, el problema surge cuando vamos un poco más allá y vemos cómo el método empleado para ello ses el mismo que se usa para la detección de bolsas de hidrocarburos en el subsuelo marino por las compañías petrolíferas que, casualmente, actúan como socios promotores en esta acción del COST.
Por tanto, bajo un estudio puramente científico como puede ser el estudio del depósito salino del Mediterráneo podría subyacer un proyecto de prospección petrolífera que a largo plazo daría lugar a la creación de plataformas petrolíferas en la zona, que acabarían por destruir con oro negro un tesoro de nuestra biodiversidad.
Esquema de una prospección petrolífera sísmica. (Fuente MINETUR) |
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