10 agosto 2016

Juego Sucio

Cuatro años de esfuerzo, sacrificios, lesiones...pero los deportistas de élite nunca se rinden y al final han logrado llegar a los Juegos de Río con la ilusión  de conseguir alguna medalla para su país. El problema surge cuando tras años entrenando en las piscinas y soportar el dolor de los músculos ardiendo al enfrentarse al mar abierto, tienen que sumergirse en aguas infestadas de basura y residuos de todo tipo para alcanzar el soñado oro. 
Río Meriti, pruebas de Vela en los Juegos Olímpicos de Río 2016
Río Meriti, que desemboca en la Bahía de Guanabara (Fuente: EFE)
Según  las autoridades sanitarias, los niveles de contaminación de las aguas de la bahía de Río son miles de veces superiores a los máximos permitidos.

"Desde un punto de vista microbiológico, esto es comparable a unas aguas residuales sin tratar"

De hecho, el riesgo microbiológico es extrema; una sola bocanada de ese agua fétida podría provocar que muchas atletas enfermasen. ¿Hasta dónde debe de ponerse en riesgo la salud de los deportistas para permitir que tenga lugar un evento deportivo?.

A todo lo anterior hay que añadir el elevado número de infraestructuras que no se han acabado en fecha y lo más importante, la amenaza del zika, diluida en las últimas semanas entre la marea de nticias deportivas que inundan los medios. 

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